El pasado lunes 27 de octubre en las instalaciones de la Universidad Católica Andrés Bello, en conmemoración a los cien años del nacimiento de Miguel Otero Silva, se dió inicio a una exposición fotográfica acompañada de una serie de ponencia, con el fin de celebrar dicha conmemoración.
Nació el 26 de octubre de 1908 en Barcelona estado Anzoátegui (Venezuela). Con una familia humilde, su padre fue Henrique Otero Vizcarrondo y su madre fue Mercedes Silva Pérez, quien murió cuando Miguel Otero Silva aún era pequeño.
Otero participó activamente en las revueltas estudiantiles de 1948, llamada también la generación del 28, de igual manera tuvo participación en la conspiración militar del 7 de abril de ese mismo año, así como la aventura al año siguiente de una programada invasión a las costas de falcón, estos fueron los síntomas anunciadores de lo que iba a ser su actitud vital más constante: una pasión genuina por la justicia social, la insumisión ante las tiranías, la fe en las posibilidades de transformación de la sociedad venezolana.
Comienza sus estudios en la Universidad Central de Venezuela con la carrera de Ingeniería Civil, la cual nunca termina ya que decide cambiar los números pos las letras, de esta manera fue que despertó su gran pasión por el periodismo, fue fundador de diario El Nacional y se fue haciendo un extenso repertorio de entrevistas y noticias, a lo largo de su carrera publicó varias obras entre las que destacan: Cuando quiero llorar no lloro (1970) y Casas Muertas (1955), entre otras. En 1979, recibe el Premio Lenin de la Paz, equivalente al Premio Nobel de la Paz, siendo el único venezolano en recibirlo en toda la historia.
Miguel Otero Silva muere en Caracas el 28 de agosto de 1985, dejando a su paso grandes obras y legados literarios, es por eso que la Universidad Católica Andrés Bello se honra en celebrar el centenario del nacimiento de tan ilustre personaje de la literatura venezolana.
Nació el 26 de octubre de 1908 en Barcelona estado Anzoátegui (Venezuela). Con una familia humilde, su padre fue Henrique Otero Vizcarrondo y su madre fue Mercedes Silva Pérez, quien murió cuando Miguel Otero Silva aún era pequeño.
Otero participó activamente en las revueltas estudiantiles de 1948, llamada también la generación del 28, de igual manera tuvo participación en la conspiración militar del 7 de abril de ese mismo año, así como la aventura al año siguiente de una programada invasión a las costas de falcón, estos fueron los síntomas anunciadores de lo que iba a ser su actitud vital más constante: una pasión genuina por la justicia social, la insumisión ante las tiranías, la fe en las posibilidades de transformación de la sociedad venezolana.
Comienza sus estudios en la Universidad Central de Venezuela con la carrera de Ingeniería Civil, la cual nunca termina ya que decide cambiar los números pos las letras, de esta manera fue que despertó su gran pasión por el periodismo, fue fundador de diario El Nacional y se fue haciendo un extenso repertorio de entrevistas y noticias, a lo largo de su carrera publicó varias obras entre las que destacan: Cuando quiero llorar no lloro (1970) y Casas Muertas (1955), entre otras. En 1979, recibe el Premio Lenin de la Paz, equivalente al Premio Nobel de la Paz, siendo el único venezolano en recibirlo en toda la historia.
Miguel Otero Silva muere en Caracas el 28 de agosto de 1985, dejando a su paso grandes obras y legados literarios, es por eso que la Universidad Católica Andrés Bello se honra en celebrar el centenario del nacimiento de tan ilustre personaje de la literatura venezolana.
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